En Neovisual, nuestros pacientes son parte de nuestra familia. Sin ellos, que confían en nosotros, no habríamos podido llegar hasta aquí. Por eso, y porque consideramos que no hay mejor forma de explicar qué es lo que hacemos, hoy iniciamos una nueva sección de casos prácticos, en la que son nuestros clientes los que te van a contar cuál es su experiencia con la terapia visual.

Comenzamos la sección con Miguel Ángel, un camionero que llevaba ya tiempo con problemas en la vista. Hace más o menos dos años, comenzó a notar que veía doble, y tras un paseo por la seguridad social, una gafa con prisma recetada por oftalmología, y alguna que otra terapia visual de prueba y error, encontró Neovisual navegando por internet en busca de una solución a su problema.

Miguel Ángel llegó a nuestra clínica sabiendo de primera mano que tenía visión doble y que su ojo derecho «se iba hacia fuera». Había dejado el uso de las gafas por imposible, cada vez notaba un dolor más fuerte en la “cuenca” de los ojos y el último especialista que visitó le había recomendado operarse, algo a lo que a priori, no estaba dispuesto.

Primer diagnóstico.

Además, la cosa iba a peor. Miguel Ángel notaba que cada vez le dolían más los ojos cuando forzaba la vista de cerca, que tenía dolor de cabeza cuando veía la televisión, y que cada vez era más habitual su visión doble. Pero las molestias no acababan ahí: Sus ojos parecían cruzarse o desplazarse, se tensaba mientras leía y se le cansaba la vista delante de un monitor.

Nuestro optometrista especializado, Samuel Velicia, un servidor, le hizo una primera evaluación en la que encontró que sus agudezas visuales no llegan al 1.00 y traía una desviación de 12 dp prismáticas, lo que provocaba a Miguel Ángel que cuando estaba cansado, su visión se descompensara generando visión doble constante. Además, tenía problemas de motilidad ocular y el sistema acomodativo de una persona de 50 años, cuando sólo contaba con treinta primaveras.

Caso practico terapia visual | Blog Neovisual

Terapia Visual.

En Neovisual nos pusimos manos a la obra para preparar una tabla de ejercicios de terapia visual personalizada para Miguel Ángel. Comenzamos trabajando con ejercicios acomodativos, de control periférico, ejercicios de localización espacial, coordinación ojo mano, y sobre todo, realizando y poniendo mucho empeño en los ejercicios vergenciales destinados a mejorar su sistema de convergencia y divergencia para conseguir una visión única y estable.

La capacidad de trabajo de Miguel Ángel y su empeño en mejorar hicieron el resto. Desde el primer momento, el paciente notó mejoría en su día a día y tan sólo necesitamos quince sesiones para conseguir el objetivo principal: eliminar la visión doble y los dolores de cabeza que le llevaban por el camino de la amargura a Miguel Ángel.

Nuestro protagonista de hoy es un claro ejemplo de como la terapia visual puede ayudar a eliminar los problemas visuales con entrenamiento y dedicación. Y para muestra, un botón. Nos quedamos con las palabras de Miguel Ángel:

«Al cabo de alrededor de un año de terapia visual, estoy mucho mejor, siendo consciente de que mi problema es crónico, pero sabiendo que puedo controlarlo y vivir prácticamente sin molestias.
Así que nada, animo a todo el que tenga cualquier problema ocular a que se acerque por la clínica, sabiendo que el trato ha sido muy bueno y la implicación de Samuel era y sigue siendo total».

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