Seguimos queriendo que sepáis más de nuestro día a día. Por eso continuamos nuestra sección: ejercicios terapia visual. Hoy le toca el turno al sinoptóforo, un aparato muy efectivo en el entrenamiento visual pero que tiene un nombre así, como raro.
Pero empecemos por el principio. El sinoptóforo es un equipo de rehabilitación muscular y estimulación sensorial. Se emplea en el tratamiento de muchas anomalías visuales, como el estrabismo o los problemas vergenciales, además de para tratar ambliopías u ojo vago.
Vale, hasta aquí bien. Pero aunque así a priori podamos estar delante de un aparato eficaz e imprescindible en la terapia visual, lo cierto es que el sinoptóforo ha sido uno de los grandes olvidados por los especialistas en este campo. Las razones son sencillas: hasta hace bien poco había una gran falta de información sobre cómo se utilizaba este aparato, además de que costaba mucho encontrarlo en el mercado, y por tanto su precio era elevado. Nada más que añadir, señoría.
Pero ¿para qué sirve realmente el sinoptóforo?
El Sinoptóforo es un instrumento que se utiliza principalmente a la hora de detectar de dónde provienen los problemas de nuestros pacientes. Es decir, para el diagnóstico. Pero no acaba ahí la cosa. El sinóptoforo ofrece a los optometristas comportamentales un abanico muy amplio de ejercicios visuales para el tratamiento de disfunciones binoculares como el estrabismo, para tratar el ojo vago y para combatir los problemas binoculares no estrábicos. Además, este aparato es perfecto para la reeducación visual, sobre todo en el tratamiento de problemas visuales como la supresión, las fijaciones excéntricas, las correspondencias retinianas anómalas o los desequilibrios oculomotores.
Y lo más importante, ¿cómo funciona?
El sinoptóforo funciona a través de una serie de fichas rectangulares denominadas tarjetas de fusión visual, un espejo y un sistema óptico. Una vez que se coloca el aparato al paciente, se presenta una imagen para cada ojo como si se estuviera viendo en visión lejana y de manera binocular. Una maravilla con las que se pueden trabajar diferentes ejercicios de reeducación visual.
Para tratar cada uno de los problemas visuales que este maravilloso aparatito nos puede solucionar se utilizan diferentes tarjetas fusionales para cada tipo de problema. El uso de cada una de estas tarjetas es mejorar o bien la agudeza visual, o bien la mejora muscular.
Para optimizar la terapia visual que se se desarrolla con el sinoptóforo, junto a la terapia en la clínica, se debe realizar una “terapia pasiva” que debe realizar el propio paciente y que consta de una serie de ejercicios personalizados para mejorar todas las habilidades y restablecer el normal funcionamiento del sistema visual.
Y hasta aquí podemos leer. Ya sólo nos queda contarte que por supuesto en Neovisual tenemos un maravilloso y esplendoroso sinoptóforo, que nos ayuda en nuestro día a día, y que es un elemento fundamental para conseguir nuestro principal objetivo: ayudar a nuestros pacientes a encontrar soluciones a sus problemas visuales.
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