Ya os hemos hablado de lo que es la optometría comportamental, pero hoy queremos centrarnos en lo que el optometrista comportamental puede hacer por tu hijo. Es decir, cómo los más pequeños pueden aprovecharse de la terapia visual para combatir los problemas de aprendizaje, el fracaso escolar, el déficit de atención, la hiperactividad o la dislexia.

Lo normal es que los padres y los profesionales educativos acudan a un psicólogo, a un terapeuta motriz, o a un pedagogo para solucionar este tipo de comportamientos, pero lo cierto es que en muchas ocasiones estos problemas vienen dados por los problemas de visión del niño, que han pasado inadvertidos para los padres y profesores.

Para que los niños puedan tener una vida normal y progresar en el colegio como uno más, es esencial que sus ojos funcionen de una forma adecuada y cómoda. Cuando no es así, los más pequeños pueden acusarlo de manera que este problema derive en las enfermedades o trastornos que antes os hemos comentado.

El desarrollo visual del niño se desarrolla en los primeros años de vida, y no es hasta los seis años cuando podemos decir que el individuo alcanza una agudeza visual del 100% a seis metros de distancia, habilidad muy valorada y que no es tan importante como puede ser tener una buena visión binocular en la que los dos ojos trabajen por igual.

Optometria infantil | Blog Neovisual

Si el sistema visual del niño no se desarrolla bien es cuando pueden aparecer los primeros problemas. Una buena manera de saber si el niño ve correctamente es en la etapa en que empiezan a leer. Si el niño no lee como los demás, o nota que las letras se mueven adquiere malas posturas, se acerca mucho al papel o a la televisión es el momento de visitar a un optometrista comportamental.

De esta manera, el optometrista comportamental podrá evaluar al paciente y descubrir a través de un estudio sencillo cuál es el problema y valiéndose de una serie de ejercicios que el niño tiene que hacer tanto en la consulta como en casa, solucionarlo.

Fotos tomadas de los perfiles de Flickr de Vinoth Chandar, y John Morgan

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